Timeu

Personagem e diálogo de Platão no qual se desenvolve uma cosmologia, ou seja, uma representação coerente e rigorosa do universo físico, fundada em um conjunto limitado de pressupostos axiomáticos, cujas propriedades do cosmo aparecem como consequências logicamente deduzidas.

Acima-Abaixo

First, let us inquire what we mean by saying that fire is hot, and about this we may reason from the dividing or cutting power which it exercises on our bodies. We all of us feel that fire is sharp, and we may further consider the fineness of the sides, and the sharpness of the e angles, and the smallness of the particles, and the swiftness of the motion – all this makes the action of fire violent and sharp, so that it cuts [62] whatever it meets.

Bouillet: Traité 43 (VI, 2) - DES GENRES DE L'ÊTRE II

(I) Après avoir critiqué les catégories d'Aristote et des Stoïciens dans le livre précédent, Plotin expose ici sa propre théorie, qu'il présente comme entièrement conforme aux idées de Platon.

DES GENRES DE L'ÊTRE INTELLIGIBLE

Pour rechercher quels sont les genres de l'être, il faut avant tout admettre que l'être n'est pas un, comme Platon l'a démontré avec d'autres philosophes. Il s'agit ici de l'être véritable; qu'il importe de ne pas confondre avec ce qui détient et qu'on nomme génération.

Bouillet: Traité 13 (III, 9) - CONSIDÉRATIONS DIVERSES SUR L'ÂME, L’INTELLIGENCE ET LE BIEN.

Ce livre contient des pensées détachées sur les points suivants :

(I) 1° L’Animal qui est, dont Platon parle dans le Timée, est le monde intelligible, l’ensemble des idées; il est identique à l’Intelligence qui le contemple, en sorte que la chose pensée, la chose pensante et la pensée sont une seule et même chose. L'Âme universelle, au contraire, divise les idées qu’elle conçoit, parce qu’elle les pense d’une manière discursive.

(II) 2° L'Âme s’élève au monde intelligible en ramenant graduellement à l’unité chacune des facultés qu’elle possède.

Enéada III, 4, 6 — Destino das almas

6-¿Quién es entonces el sabio? El que actúa por su mejor parte. No sería verdaderamente un sabio si el demonio trabajase en colaboración con él. Es, pues, su inteligencia la que actúa. De ahí que el sabio sea ya un demonio, o bien actúe según un demonio que, para él, constituye un dios. Porque, ¿podría haber un demonio por encima de la inteligencia? Sin duda, ya que la realidad que está por encima de la inteligencia es para él un demonio. ¿Por qué, sin embargo, no dispone desde un principio de la sabiduría?

Enéada III, 4, 3 — O demônio que se é e o demônio que se tem

3-¿Cuál es, por tanto, el demonio que nos guía? Sin duda, un demonio de este mundo. ¿Y qué dios? ¿También un dios de este mundo? Porque es claro que se trata de una facultad activa que conduce a cada uno y le dirige aquí abajo. ¿Pero es ella realmente el demonio que nos ha tocado en suerte? En modo alguno, dado que el demonio es algo anterior a ella; algo que, sin actuar, se halla al frente de nuestra vida, pues sólo actúa verdaderamente la facultad que viene después. Supongamos que priva en nosotros la sensibilidad: nuestro demonio es, en tal caso, un principio razonable.

Enéada III, 3, 6 — A arte dos adivinhos

6- ¿De dónde proviene entonces que los adivinos anticipen los males y, asimismo, los prevean por el movimiento del cielo, o incluso añadiendo otras prácticas de este tipo? Ello es debido a que todo se enlaza, y también, sin duda, las cosas que son contrarias: la forma, por ejemplo, aparece enlazada a la materia, y en un ser vivo compuesto basta contemplar la forma y la razón para advertir igualmente el sujeto conformado a ella. Porque no vemos de la misma manera al ser animado inteligible que al ser animado compuesto, ya que la razón de éste transparece conformando una materia inferior.