athanatos

gr. athánatos: imortal, a incorruptibilidade da ; para a incorruptibilidade dos corpos naturais, ver aphthartos. athanasía (he): imortalidade. Latim: immortalitas. Plotino redigiu um de seus primeiros tratados (o segundo, de acordo com Porfírio) Sobre a imortalidade da alma (Peri athanasías psykhês) (IV,VII).

Taylor: athanaton

The Immortal = to athanaton. According to Plato, there are many orders of immortality, pervading from on high to the last of things; and the ultimate echo, as it were, of immortality, is seen in the perpetuity of the mundane wholes, which according to the doctrine of the Elean Guest in the Politicus, they participate from the Father of the universe. For both the being and the life of every body depend on another cause; but since body is not itself naturally adapted to connect, or adorn, or preserve itself.

Imortalidade da Alma

A tendência comum é representar a imortalidade da alma como sua perenidade face a morte do corpo. Entretanto é possível pensar a imortalidade como o permanente sob a impermanência geral. Pensamentos têm início e fim, limites, são passageiros; sensações têm início e fim, limites, são passageiras; percepções têm início e fim, limites, são passageiras. Algo, no entanto, permanece contínuo, justamente sob a passagem dos pensamento, sensações e percepções. Algo não tem início e fim, e limites, junto com os pensamentos, sensações e percepções que passam.

Bouillet: Traité 40 (II, 1) - DU CIEL

(§ I-II) Le monde, être corporel, a toujours existé et existera toujours. Chez les animaux, l’espèce seule est perpétuelle, tandis que les individus meurent ; le monde, au contraire, possède à la fois la perpétuité de la forme spécifique et celle de l’individualité. C’est qu’il joint à une Âme parfaite un corps que sa constitution naturelle rend apte à l’immortalité.

Igal: Tratado 2,12 (IV, 7, 12) — A alma é imortal, indestrutível, indivisível e imutável

12. Si dicen, pues, que toda alma es corruptible, sería también previsible que todas las cosas pereciesen. Y si lo afirman de un alma y no de otra, esto es, si aseguran que el alma del mundo es inmortal y que la nuestra no lo es, deberán dar la razón de ello. Porque tanto una como otra alma son principios de movimiento, viven por si mismas y están en contacto con los mismos objetos cuando piensan en los seres que se encuentran en el cielo y más allá del cielo, buscando su propia esencia y tratando de remontar hasta el primer principio.

Igal: Tratado 2,11 (IV, 7, 11) — A alma é imortal, indestrutível, indivisível e imutável

11. ¿Qué hombre de buen sentido podría dudar que este ser no fuese inmortal? Pues es claro que dispone de una vida que no puede ser destruida. ¿Y cómo iba a perderla si realmente no la ha adquirido, ni está presente a él como lo está el calor respecto del fuego? Y digo con esto, no que el calor sea adquirido por el fuego, sino que, si es adquirido, habrá de serlo, si no por el fuego, al menos por la materia que lo sustenta. Porque el fuego también es destruido por esta materia.

Igal: Tratado 2,1 (IV, 7, 1) — Somos inteiramente ou parcialmente imortais?

1. ¿Cada uno de nosotros es inmortal o, por el contrario, perece enteramente? ¿Son únicamente algunas partes de nosotros las que se dispersan y destruyen, mientras otras — aquellas que verdaderamente nos constituyen a nosotros mismos — subsisten por toda la eternidad? He aquí algo que hemos de aprender, si verificamos la investigación de acuerdo con la naturaleza.